Resulta que "ella" es una de las que me ha acompañado de niña, la gran Polly Jean Harvey, constrictora de masas viriles, madre de adolescentes desposeídas que comienzan a experimentar, poetisa con la guitarra al hombro, voz que acaricia y desgarra al mismo tiempo.
Tenía trece cuando conocí a P.J., me dejó con espasmos el "Rid of Me" (1993) por lo que presurosamente busqué "Dry" (1992) y supe lo que era la felicidad. Amiga inquietante de las eternas noches de walkman, y los sueños traslúcidos, te amé desde el primer momento.
Publicado por Malina Sartre
La condición de la madre está presente en cada uno de sus trabajos, ya sea desde lo puramente femenino hasta la incondicionalidad de las que paren con una guitarra entre las piernas.
Por ahora les dejo a una de las Madres, hermanas y salve.